lunes, 14 de enero de 2013

ELLAS



Deseo que todas las mañanas,  sean como cuando despierto con ella. Incluso en muchas ocasiones me acuesto mas tarde que ella, pero nunca pongo alarma, se que me despertará.
   
        Madrugadora y sonriente desde que la luz entra por la ventana. No salimos de la habitación solos, jamás, siempre ella y yo. Las escaleras que separan el cuarto de la cocina, se convierten en un camino de obstáculos donde cada uno mira por el otro.
  
        En el desayuno, mientras repetimos tostadas o yo me sirvo mi segundo café, comentamos el día anterior, recordando los momentos mas graciosos y curiosos, momentos acumulados también de otros días.
  
       Nuestros planes no nos condicionan los días, porque simplemente juntos lo pasamos genial, y en el instante que nos perdemos de vista, poco tardamos en reencontrarnos, si bien me entretengo en el baño, ella pregunta, en voz alta, por mi, o por el contrario, si no la veo a mi lado al pasear enseguida la busco con mi mirada.
  
      Ninguno de los dos tenemos dinero, y por lo tanto, nuestro tiempo lo gastamos entre paseos y tardes de sofá, con la capacidad, de que en cada instante improvisemos un juego para entretenernos, o bien simplemente compartir una película tumbados en el mismo sofá donde muchas noches nos quedamos dormidos.
     
      En los instantes que ella me mira, quizás después de la ducha, o al ir en coche, y me dice "que bueno eres" de esa forma tan natural y sin preguntárselo es entonces cuando comprendo el significado, puro, limpio, intocable  del "Amor"

      Cada noche que la arropo, me pregunto porque entonces "ellas" jamás serán capaces de amarme como me ama ELLA, como me ama mi hija.

PERIFÉRICO


 Como escaños parlamentarios, son los bancos de sus parques, incluso la disposición de estos, enfrentados entre sí, preparan a las abuelas para iniciar sus matinales debates. 

 Igual que los políticos con sus corbatas, maletines de piel y sonrisas forzadas, a ellas también se les reconoce, pero solo por sus vestidos de flores estampadas caminando sobre sus zapatillas, las mismas que andan sus casas, las que se desgatan entre el parque y tiendas de sal y vinagre.

  Los centros de las ciudades son los más cotizados, pisos pequeños, viejos y de precios, aun así, muy elevados. Pero en esos centros, es donde más periférico me siento.

 Abuelas de barrio, los parques y sus remos colmados de niños entremezclados, gritos de madres , la tienda de mary y como no el estanco de abajo. Organigramas, donde todos saludan, preguntan y discuten, en definitiva, donde entre todos crean murmullos de vida.

 Cálidas periferias de realidad actualizada. En mi barrio no existen los escaparates, en el otro barrio que tambien vivo, tampoco he vsito ninguno. De que sirven?, fachadas de los centros que son solo cortinas donde todos abren su telón constantemente por mostrar sus mejores funciones, obras de fantasía, irrealidad y porsupuesto de finales felices.

  Las conversaciones nutritivas de esos parques, de mis, de nuestras abuelas, nadie las escucha, ellas tampoco lo necesitan, porque igual que yo, se sienten mas vivas que nadie con el murmullo de los barrios.

viernes, 21 de diciembre de 2012

BESOS


Juraría que se conocen hace 1 semana. Las pausas entre besos y beso desvelan la inquietud de los labios de ella por memorizar el sabor de los de el. Con el tiempo, suele suceder, que se van a acostumbrando al gusto dulce de los besos, dulces en las bienvenidas, salados en sus despedidas.
  Somos una compleja red de nervios sensitivos, todos, compuesto de la misma cantidad de receptores. Ojeando libros anatómicos, nuestros dedos tienen casi la misma red de sensores que los labios, sin embargo, con las manos solo iniciamos un baile, con los labios?.... con ellos se termina la función.
         No hay aroma de café, olor de bollería recién horneada, que de mejor despertar que un beso en la mañana. Besos de madre, de padre, besos de ella... o ella con los besos de el.
         Labios educados por los sentimientos y estos a su vez articulados por el deseo. No hay clase magistral que enseñe a nadie como besar, es un sello personal e intransferible.
 Ya sabemos que las palabras se las lleva el viento, y los besos, sin embargo, se quedan guardados con el tiempo. Por eso, recomiendo hablar menos y guardar así mas besos.
A mi lado, la misma pareja continua llenando sus recuerdos, los observo disimuladamente, pienso, en el día en el que vuelva a abrir mi cajón.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Blanco


Se levantó soñando con la primera, y mientras sus ojos despertaban, aún intentaba seguir soñando, deseaba alargar esos momentos ya del pasado…, de un buen pasado.
Mientras se calentaba un café, con su punto justo de leche, se preguntaba por qué su mente se desplazaba a la primera, por qué, si justo el día anterior había decidido acabar definitivamente con la tercera. Al añadirle a su taza caliente un sobre y medio de azúcarentendiósin dubitarlo mas, que su olla mental anhelaba los guisos de buen sabor,hechos con ingredientes naturales, a fuego lento de forma que el tiempo se casa con el buen sabor, casi de por vida, igual que un sueño mal educado.
Con el paso de las horas, el día avanzaba como el desconocido que camina entre una selva frondosa con la ansiedad de llegar al final, con la intranquilidad de que algo va a pasar.
Bajo la luz dorada previa a la noche, añadía un poco de miel a un vaso caliente de leche. Su garganta le continuaba apuñalando en cada inspiración profunda que solía tomar, inspiraciones que desaceleraban su motor, que le permitían disminuir las revoluciones provocadas por mensajes de despedida, por recuerdos de palabras, por olores que debían ser pasados, por convencerse de no compadecerse más, como sucedió con la segunda, como recién ocurrió con la tercera.
En el mismo espejo donde aclaraba sus ojos en la mañana, perfiló su barba para la noche. La ruta ya estaba marcada, solo había que seguir los mismos pasos que los de lanoche anterior. Se tomaba siempre, para empezar, cervezas de grifo y tapas de oferta, en la zona antigua de la ciudad. Le gustaba como la noche le sentaba a las fachadas de aquellos balcones, sentir los silencios de calles estrechas apenas transitadas, calles tan olvidadas.
Al marcar su reloj la hora del cierre de aquella terraza, pidió la cuenta a la vez que se preguntaba si realmente le apetecía seguir degustando cervezas de grifo con sabor a barril. La noche anterior, el último paso donde llegó era un Pub que antiguamente frecuentaba, un local de música divertida para sus oidos, de caras conocidas para sus ojos. Anoche los altavoces escupían ruido y las caras llevaban 4 patas y cola y todas con ojos pardos.
Aún así, tomó la vuelta de la cuenta, que el camarero puso en el cesto de la mesa, y con la misma tomó un taxi, desprendiendo dos monedas pequeñas destinadas al chico simpático que le ponía tapas y para el otro, que mientras llegaba al Pub, le mantenía una agradable conversación.
El dedo de espuma manchaba su bigote de barba perfilada, aunque con tan poca luz casi no se notaba. Todos bailaban al son del ruido, del mismo que a veces se convertía en música. Sentado en una silla alta de barra, a modo de señales, pedía una cerveza más de forma que igual que las rellenaban a la vez, sin saberlo aquellos camareros, rellenaban los minutos que gastaba en aquella barra de silla alta.
El encender de las luces, como de costumbre casi irrefutable, advertía el final de lanoche que lo acompañaba el silencio de aquellos viejos altavoces. Al disponerse a pagar, descubrió justo a su lado una chica de figura esbelta que solo esperaba por su amiga, para la cual, parecía ser, que era cuando le empezaba la noche.
No recuerdo cómo ni por qué empezamos a hablar, igual que en un futuro no recordarétampoco ya su nombre . Tampoco logro comprender como fue capaz de, sin conocerme de nada, nutrir una conversación con tanta ingesta de sentimientos. Me había acostumbrado a compartir opiniones, anécdotas, historias y hasta si me apuro, ideales, pero nunca había sentido lo que era que alguien entrase en mi fondo, al igual que yo en el suyo; como en el Hall de un Hotel de fachadas acristaladas, en el que todo es exquisito, desde el olor, la suavidad de sus asientos hasta la textura de la espuma del café.
El quehacer diario del Sol volvió a camuflarla entre los demás, justo cuando ya giraba la esquina de la calle en la que le dije "encantado". Por fin era verdad de que existían, de que las chicas de corazón sincero y noble, alguna vez se despistan y se pueden conocer. En las noches donde las que piden fuego o bailan ritmos sinuosos nunca serán capaces de arrancarse esos trajes pardos, muy pocas deberían vestir solo de color blanco.

domingo, 9 de diciembre de 2012

TRENES


                                                    
No sabría decir en que año, pero con una simple búsqueda googeliana , podría detallaros  cuando y quien lo invento.
  Quizás fuese de origen alemán, por su puntualidad, o bien suizo por su sofisticación, independientemente de ello, y a pesar de su longevidad, me ha tocado disfrutarlo tarde, pero suficiente para poder apreciarlo.
  Soy isleño atlántico, y por allí nuestros coches abultan las calles, y para aquellos que opten por otro medio, solo les queda la "guagua", vayas a donde vayas, "guaguas" de paradas interminables e impuntuales. 
  Me encanta mirar por sus ventanas, mientras mi música suena al ritmo del paso de las ciudades, de los paisajes, de los postes eléctricos que llevan el compas de mis auriculares. 
 Incluso en ocasiones, cuando conduzco por autopista y viajan paralelos a mi, su solo paso me inspira elegancia y desde su interior me dan la calma  del meceo de las cunas, continuos y suaves movimientos, tranquilo y casi despierto.
 Son las 6:00 y lo tomo a las 6:40, ideal parar dormir entre sus butacas y respaldos, en si, cualquier hora es ideal para tomar un tren.

AVIONES


                                    
    Uno llega a pensar o a al menos tener la sensación de que su vida, puede girar en torno al circulo en el q te relaciones. Si trabajas en una oficina cuyos compañeros solo dramatizan la situación actual, pues pensaras que realmente la vida es un drama, o si bien, se trata de personas cuya única ambición es si ganara o no su equipo ese fin de semana, pues quizás la vida la llegues a simplificar a un resultado.
   Pienso que hay un ingrediente, una variable, que puede hacer cambiar todo ese condicionamiento. Esa pequeña incógnita simplemente es necesario despejarla de la ecuación de la rutina y obtendrás como resultado tu propia persona.
  Si abrimos nuestra persona hacia el exterior podríamos, entonces, comenzar a sorprendernos de cuanto seriamos capaces de ir cambiando nuestros pasos, nuestros caminos, nuestras futuras anécdotas....
  La sociedad desarrollada en la q vivimos esta creada para no poder resolver dicha ecuación. Trabajos de horarios q completan los días, televisiones de contenidos publicitarios que llenan las noches, teléfonos de aplicaciones que rellenan los intermedios diurnos. Todo diseñado para vivir impermeables a las personas, impermeables a las historias.
   En Los espacios públicos, las gentes van siempre con prisas, y en los metros de paradas intermitentes, miran sus teléfonos o bien observan, como si fuese realmente interesante, las tarifas publicitadas, los planos de la ciudad ya conocidos, en definitiva, no miran a mis ojos.
  Sin embargo, hay una operación matemática que esta sociedad no ha sido capaz de resolver, un cabo suelto entre tanto egoísmo personal. Me refiero a los aviones.
  Es la jugada perfecta, oportunidades de solo ida. Conversaciones de Low Cost condicionadas por las distintas variables del destino. Al tomar asiento , todos se preparan para el despegue, para un viaje a cualquier lugar, pero nadie esta preparado para contar, para escuchar historias. Solo los valientes aprovechan esa oportunidad, solo aquellos matemáticos cansados de la ecuación de esta tan larga rutina.
 Cada momento en el cual cada uno se sienta perdido entre tantos hilos, entre tantos títeres, debería darse una oportunidad, pero ojo, la oportunidad es de solo ida.